El expresidente José Mujica reveló en una entrevista con el semanario Búsqueda que su salud se deterioró significativamente, confirmando que el cáncer detectado en abril del año pasado se expandió por su cuerpo. "Me está colonizando el hígado", afirmó Mujica, quien descartó someterse a nuevos tratamientos debido a su edad y las enfermedades crónicas que padece.
"Les pedí a los médicos que no me hagan sufrir al pedo", confesó el líder histórico del Frente Amplio, agregando que decidió asumir su situación con serenidad.
En sus palabras, "cuando me toque morir, moriré", sostuvo y señaló que ya no está en condiciones de enfrentar ni cirugías ni tratamientos bioquímicos: "No lo para con nada".
El exmandatario aprovechó la entrevista, realizada el martes pasado, para enviar un mensaje claro: desea retirarse por completo de la vida pública y dedicar el tiempo que le queda a su chacra y su familia.
"Pido que me dejen tranquilo. Que no me acosen con entrevistas al pedo. Se terminó mi ciclo hace rato", expresó.
En este contexto, Mujica señaló que la chacra en la que vive junto a su esposa, Lucía Topolansky, será heredada por el Movimiento de Participación Popular.
Además, destacó el rol fundamental que ha tenido Topolansky en su vida: "Lucía es un ser superior, y estoy acá todavía gracias a ella".
Mujica también compartió su deseo de morir en su chacra y ser enterrado debajo de un sequoia que él mismo cultivó a partir de una semilla que le regalaron.
En ese lugar ya descansa su recordada perra, Manuela. "Estoy preparando los papeles para que también me sepulten allí. Y ya está", concluyó.
Con serenidad y gratitud, el expresidente afirmó que se va "totalmente tranquilo y agradecido".