El Gobierno electo de Yamandú Orsi decidió no emitir comentarios sobre la visita de Edmundo González Urrutia a Montevideo y posponer cualquier pronunciamiento oficial sobre la situación en Venezuela hasta el 1° de marzo, cuando asuma formalmente. La postura marca un contraste con el gobierno saliente, que recibió a González Urrutia con honores.
González Urrutia, reconocido por gran parte de la comunidad internacional como presidente electo de Venezuela, estuvo en Montevideo como parte de una gira regional antes del 10 de enero, fecha en la que tanto él como Nicolás Maduro planean juramentarse como presidentes.
Durante su visita, se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou y le entregó copias de las actas electorales que, según sostiene, demuestran su victoria en las elecciones del 28 de julio.
El encuentro tuvo lugar en la Residencia de Suárez y Reyes, donde Lacalle Pou reiteró su respaldo a González Urrutia.
“El gobierno podrá cerrar el espacio aéreo, podrá cerrar las autopistas, podrá cerrar los accesos a Caracas, pero no van a impedir el resonante triunfo que vamos a obtener”, afirmó González Urrutia al dirigirse a simpatizantes desde la caja de una camioneta junto al presidente uruguayo.
El canciller Omar Paganini reafirmó que Uruguay considera a González Urrutia como el verdadero presidente electo de Venezuela y enfatizó que “la toma del juramento de Maduro no tiene ningún valor salvo que reconozca los resultados” e instó a una transición democrática en el país caribeño.
Desde el equipo de Orsi, las fuentes consultadas confirmaron que no está previsto enviar representantes a Caracas el 10 de enero, aunque algunos dirigentes del Frente Amplio podrían viajar a título personal para respaldar el nuevo mandato de Maduro.
Por su parte, el representante de González Urrutia en Uruguay, Gustavo Becerra, destacó la disposición del líder venezolano a dialogar con el futuro gobierno: “El Frente Amplio es un partido plenamente demócrata. Vamos a tender puentes en el momento oportuno”, aseguró.
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