El presidente de Colombia, Gustavo Petro, visitó la chacra de Rincón del Cerro para condecorar al expresidente uruguayo José Mujica con la Cruz de Boyacá, el máximo reconocimiento otorgado por el Gobierno colombiano. La distinción fue entregada en reconocimiento a su liderazgo pacifista y su contribución a la reconciliación en la región.
Según un comunicado de la Cancillería colombiana, Mujica es “un gran defensor de la paz y un firme promotor del diálogo como única vía para resolver conflictos, lo que resuena profundamente con los esfuerzos de Colombia por alcanzar una paz duradera”.
Además, se destacó su papel como integrante del Mecanismo de Verificación del Acuerdo Final para la terminación del conflicto en Colombia, donde desempeñó un rol fundamental en la implementación de los acuerdos de paz.
La Cruz de Boyacá reconoce a Mujica no solo por su historia como luchador social y sobreviviente de la dictadura cívico-militar uruguaya, sino también por su legado como presidente de Uruguay entre 2010 y 2015.
Durante su gestión, implementó reformas sociales significativas que redujeron la pobreza y mejoraron la cobertura en educación y salud, estableciendo un modelo de bienestar que ha sido tomado como referencia en la región.
El comunicado también resalta que Mujica es un ejemplo de compromiso con la paz y los derechos humanos, tanto por sus políticas internas como por su apoyo a los diálogos de paz en Colombia.
Su filosofía humanista y su defensa de la vida como el bien más preciado lo convierten en una figura inspiradora para Latinoamérica y el mundo.
Petro destacó que la condecoración refleja la gratitud de Colombia hacia un líder que ha dejado huella en la historia reciente de ambos países: “Su vida y legado simbolizan el camino hacia la justicia social y la hermandad entre los pueblos”, concluyó.